viernes, 17 de agosto de 2012

SiempreLibre: La importancia de revolear la toallita


En un mundo que exige y premia tanto el equilibrio emocional como la diplomacia para desenvolverse con soltura y delicadeza en los círculos sociales de las más variadas gamas e intereses, claramente el desborde no está permitido.

Cuando una persona quiere gritar su sangre menstrual plena de pigmentos hemoglobinicos saturados por eritrocitos de los más variados caracteres y funcionalidades a los cuatro vientos, es cen su ra da. Algo que quiere estallar, salir, pujar y manchar, para disolverse luego en las canaletas del tiempo y de la historia, es ob tu ra do. Con te ni do. Ta po na do. ¿Cómo? habrán de preguntarme. La respuesta es sencilla: por la toallita femenina. Esa cosa blanca y pulcra, muchas veces perfumada, con canaletas y aloe vera, con zona de contención máxima y borde finito, con fama de pureza inmaculada y a ostia inimputable. La toallita femenina, esa misma, que quiere decir paño horrible para nuestras abuelas, y cosa vergonzosa que se lava y tiende a escondidas porque es la bandera de lo indigno.

La toallita femenina, CONTIENE y pone un COTO a las expresiones de deseo y/o rebeldía atragantadas en la hormona femenina contemporánea. Esa misma hormona que anda a pata suelta desenterrando las represiones del cerebro y que es un germen destructivo y malsano para nuestra sociedad, como un cáncer liberador de las emociones. La misma que quiere lanzar como escupitajo rojo en el medio de una reunión de académicos: ¡Manga de intelectuales me aburro como un hongo! O en el medio de una misa: ¡Manga de hipócritas y ladrones que la tragan en el confesionario! O en el medio de un acto político: ¡Tanta lengua suelta pero mano cerrada! O en un encuentro de ex compañeros: ¡Tanta pose sexy y ni media neurona sinapseando! O en el medio de un Congreso: ¡Tanta convicción y tan poco corazón! O en una reunión de contadores: ¡Muestren la hilacha mugrienta obsesivos del orden! O frente a unos obreros de la construcción: ¡Tanta canchereada pajera para tan fieros y falderos! Y así al infinito.

Como es una lástima que esta voz de leucocito guerrero sea acallada e ignorada -haciendo la sociedad entera como que no pasa nada cuando la entrepierna es el mar rojo del éxodo judío queriendo liberarse de la esclavitud egipcia- . Y como hay poco micrófono en esta sociedad para la corriente menstrual y demasiado para la insulsa y monotemática corriente seminal, haremos una propuesta política novedosa y auténtica para las damas de hoy.

Liberemos de una vez por todas la emocionalidad que suelta la lengua y afila la guadaña. Que corra sangre menstrual para que la sumisión no sea un comportamiento paleativo al desborde inminente. No incorporemos como algo natural la absurda y reprimida pretensión de limpieza y pulcritud de MisterMúsculo, Lysoform y SiempreLibre.

Que vuelva la marea roja a volcarse en la Tierra para que no haya más mujeres sangrando por la herida.

¡A revolear la toallita!

Y que las hormonas barran el suelo con el pelo suelto a la manera de Gloria Trevi en sus épocas de oro.

Paquete de SiempreLibre: 5.70$.






Revolear la toallita, no tiene precio.

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